El avance del cooperativismo y sectores financieros liberales

El avance del cooperativismo dominicano en los últimos 20 años, basado en la economía social y solidaria, está causando temor en el sector financiero y una importante atención en los que trazan las políticas financieras y monetarias del país.
¿Será que las inversiones que está haciendo el presidente Danilo Medina al sector cooperativo y asociativo en sus visitas sorpresa, les preocupa?
Hacer más eficientes a los pequeños productores olvidados de la zona rural y destacando su categoría territorial, inquieta al grupo que tiene el control financiero del país.
Las cooperativas son el espacio de inclusión social y de economía solidaria para la gente que ha sido olvidada por la sociedad de mercado capitalista. Ciertamente los servicios financieros que ofrecen las cooperativas son similares a los que ofrecen las entidades bancarias, aunque existe una importante diferencia.
Las cooperativas acogen como socios a las personas que nadie conoce, a los que otros no visitan, a los que otros marginan, a los que el profesor Juan Bosch nombró “hijos de machepa”.
Las principales cooperativas del país tienen 60, 50, 40 y 30 años de servicio, y aunque no están en la web como “Top 20 de Wall Street”, han dejado plasmada sus huellas de progreso, crecimiento y bienestar social y económico a lo largo del territorio nacional.
Para las cooperativas, el éxito y progreso están más allá de datos y gráficas. Lo saben las familias que han podido mejorar su condición de vida, adquiriendo un motor para sostener su familia como motoconcho, una nevera y pagarla vendiendo helados, cambiar el piso de tierra, un catre por un box spring, un fogón por una estufa, y dar descanso a sus manos a través de la adquisición de una lavadora.
Pero sabemos que eso no le importa al capital ni a los que buscan su propio interés sin importar lo que pasa con el prójimo. Parafraseando lo que dice el presidente Medina “Los pobres no son mala paga… sólo les falta oportunidad”.
La sostenibilidad de las cooperativas no está supeditada a un régimen estricto de leyes, políticas y reglamentos, sino de la más íntima convicción del ser humano cuando su accionar está basado en principios y valores éticos, morales y cristianos, mismos que anhelan y buscan las grandes sociedades del mundo.
En República Dominicana, según los datos de la Dirección de Planificación y Desarrollo del Idecoop, al 2015 existen en el país 816 cooperativas, con 1,929,033 socios.
Los reportes de la misma entidad al 2014 establecen que las cooperativas contaron con activos de RD$93,543,972,496, pasivos RD$56,404,261,354 y un capital social patrimonio de los socios de RD$44,102,551,831.00.
Si por este crecimiento se le quiere castigar con presión de regulación, y catalogar a las cooperativas como “Banca de la Sombra”, bienvenido sea el crecimiento sostenible con el peso a peso, del sector más olvidado por el Estado en lo social y económico en los últimos años.

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