La feminización de la pobreza y la violencia en República Dominicana en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Por: Yanio Concepción

República Dominicana es el segundo país más afectado por la pobreza en América Latina, con un 42.2% y por la indigencia (20.3%) siendo los niños y las mujeres los más afectados, dijo la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su informe Panorama Social de América Latina 2012, hace dos años. “La feminización de la pobreza”, se ha producido por el aumento de la discriminación y segregación por sexo, menores salarios y menos oportunidades de empleos para las mujeres. Dos años más tarde Oxfam, confederación internacional de 17 organizaciones que trabajan en unos 90 países para encontrar soluciones a la pobreza y a la injusticia en todo el mundo, afirma que la política tributaria de República Dominicana profundiza desequilibrios y “pese a los altos niveles de crecimiento económico publicados no consigue reducir significativamente la pobreza y la desigualdad”.

Trabajemos contra la corrupción, pero también contra las desigualdades cambiando las reglas de distribución del crecimiento económico del país con más equidad. La corrupción tocó la fibra moral y ética del pueblo sin respuesta de justicia social. La persistencia de la pobreza e indigencia nos coloca fuera de la ley de Dios, lejos de los intereses colectivos y al borde de la violencia. ¡Manos a la obra, las soluciones para enfrentar la pobreza y la indigencia en nuestro país no caerán del cielo, deben salir del corazón del pueblo!
Oxfam recordó el informe de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), difundido en 2012, donde el quintil más pobre de República Dominicana, la quinta parte más pobre de la población, captaba solo el 4% de los ingresos, mientras el quintil de la población más rica captaba el 50.8%, prácticamente la misma participación en el ingreso total de ambos quintiles que en el 2002. Estos datos confirman que, pese al sostenido crecimiento económico del país en las últimas décadas, los niveles de pobreza y desigualdad permanecen intactos.

Según explicó la directora de Oxfam para República Dominicana y coordinadora de la campaña “Iguales: Acabemos con la desigualdad extrema” en América Latina y el Caribe, la señora  Rosa Cañete Alonso, “la estructura tributaria, la mala calidad de las políticas públicas y la falta de financiación de áreas prioritarias para el desarrollo, son causas de este mal resultado”. Destacó los datos del Banco Mundial que reflejan que 40% de la población latinoamericana pasó a un grupo de ingresos superior en la última década, mientras en nuestro país, menos del 2% de la población escaló a un grupo de mayores ingresos y casi un 20% cayó a un grupo menor”.

El informe “Justicia fiscal para reducir la desigualdad en Latinoamérica y el Caribe”, a que hace referencia Cañete Alonso, según Oxfam, la falta de voluntad política de los gobiernos para recaudar impuestos sobre la renta y la riqueza favorece a quienes más tienen y deteriora la calidad de vida de la ciudadanía con menores ingresos.  “Los sistemas fiscales de la región muestra que están moldeados para el beneficio de las élites económicas y políticas y no de las mayorías”, aseguró Cañete. “Los gobiernos de la región no están dispuestos a pagar el costo político de mejorar la recaudación de los impuestos que gravan la riqueza. Por ello los sistemas fiscales dependen de los impuestos de 23% al consumo, como el ITBIS, que terminan pesando más sobre los pobres”, explicó la ejecutiva.

Según Oxfam, la desigualdad de los sistemas fiscales de la región también se ve reflejada en las grandes exenciones tributarias y en los paraísos fiscales que los gobiernos conceden a las empresas locales y multinacionales.  Estas exenciones refuerzan la acumulación de riqueza de las élites y al final es la población más vulnerable, sobre todo las mujeres, quienes pagan las consecuencias al no contar con servicios públicos de calidad, teniendo que acudir, sin poder,  a servicios privados de salud y educación.

En el informe publicado por Oxfam,  República Dominicana es el país de mayor crecimiento económico en los últimos 50 años, sin embargo, el  nivel de pobreza (41.4% en 2013) es más alto que hace una década (32% en el 2000) y el 10% de la población vive en pobreza extrema, superior al 8.1% de una década atrás. “La desigualdad dificulta el crecimiento económico, corrompe la política, limita las oportunidades y alimenta la inestabilidad, mientras exacerba la discriminación, especialmente hacia las mujeres”, subraya Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional.

Según un estudio realizado por Oxfam en República Dominicana  una familia con un ingreso inferior a 5,000 pesos mensuales dedica a pagar agua, educación y salud el 20% de su ingreso. Con este nuevo informe, respaldado por Kofi Annan y Joseph Stiglitz, entre otros, Oxfam lanza a nivel global su nueva campaña “Iguales: es hora de cambiar las reglas”, cuyo objetivo es exigir a los líderes mundiales que conviertan sus palabras en hechos y garanticen un trato justo para las personas más pobres.

El Banco Central dice que el salario promedio de los hogares dominicanos es de 18 mil pesos mensuales que apenas le da para cubrir una parte de la canasta familiar estimada en 28 mil pesos. Un pequeño grupo de ricos domina la economía dominicana con un crecimiento macroeconómico de 7% del PIB mientras los pobres sufren baja educación, un sistema de salud crítico, transporte deficiente y una alta inseguridad.




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