Loma Miranda es el Pueblo, el Pueblo es Loma Miranda!

Por: Yanio Concepción

Lo acontecido con el rechazo de la ley Parque Nacional Loma Miranda pone en evidencia el impacto que ejerce el mediatismo en el país. Una vez más el poder de las corporaciones mineras y la élite empresarial dominicana condicionan el accionar de la política nacional.

Tres años de reclamos, estudios y debates no bastaron para que el presidente Danilo Medina analizara y promulgara la ley Parque Nacional Loma Miranda.

Las presentaciones ante el Congreso Nacional; los estudios del Jardín Botánico Nacional “Rafael M. Mocoso”; los informes de la Academia de Ciencias de República Dominicana, “Loma Miranda: La Huella Ecológica y Social de la Minería” (julio y septiembre 2012) y de la Comisión Ambiental de la UASD, “Loma Miranda, Un Ambiente Patrimonial que Amerita Protección”; los estudios de Falcondo, “Evaluación de Impacto Ambiental y Programa de Manejo y Adecuación Ambiental”; el informe PNUD a instancia del Poder Ejecutivo  entidad que aconsejaron la declaración de Loma Miranda como área protegida.

La declaratoria del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales rechazó el otorgamiento de la Licencia Ambiental para llevar a cabo actividades mineras en el interior del Parque Nacional Loma Miranda. ;el descenso al área de la comisión de medio ambiente del senado y una comisión especial de Senadores después que la Cámara de Diputados aprobara y convirtiera en ley el proyecto; la visita de técnicos nacionales e internacionales y de miles de excursionistas que han conocido y reconocido las riquezas de la biodiversidad de la zona, sus decenas de arroyos, el río Jagüey, la cascada La Llovedora, las cuevas indígenas, La Majagüita, no han sido suficientes para que el Poder Ejecutivo promulgara  la ley Parque Nacional Loma Miranda.

Destacar que el liderazgo y la solidaridad del cooperativismo dominicano e internacional en defensa del Parque Nacional Loma Miranda con resoluciones de asambleas, 16 municipalidades que rodean el entorno a la Región del Cibao Central, 14 colegios y gremios profesionales de la nación, las seis (6) principales universidades del país, la Conferencia del Episcopado Dominicano y varias decenas de asociaciones y federaciones de productores agropecuarios, iglesias cristianas y sociedades ecológicas.

Al parecer, no ha valido de nada la Sentencia dictada por la Tercera Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de La Vega, en fecha doce (12) octubre del 2012, la Sentencia del Tribunal Constitucional, TC/0167-13, y la Sentencia de la Segunda Sala del Tribunal Superior Administrativo 132-2014, estas sentencia salvaguarda lo 42.75 Km2. del Parque Nacional Loma Miranda. No fue suficiente que 147 diputados y 29 senadores sancionaron favorablemente la aprobación de dicha pieza legislativa, lo cual equivale a más del 90% de la matricula del Congreso Nacional.

De que ha valido para el poder ejecutivo y mediatico la integración de las iglesias, más de 151 instituciones sociales del país, múltiples resoluciones del sector cooperativo nacional e internacional para que se impusiera la institucionalidad y el poder soberano del pueblo. La decisión del Presidente de observar la ley refleja el incipiente Estado de Derecho Social y Democrático que nos mal gobierna. Es una burla hablar de Seguridad Jurídica y de garantizar el clima de inversión internacional ante un sector minero depredador que en los últimos 50 años se ha lucrado escandalosamente de las riquezas del país, de la biodiversidad, manantiales, arroyos, ríos, dejando una deuda ambiental de contaminación y destrucción sin remediación efectiva e integral.

El Presidente quedó atrapado en la telaraña de la hipocresía de la corporación minera-empresarial que solo ha sacado riquezas de nuestra tierra sin importarle  que el país se convierta en un desierto de cráteres, contaminando y enfermando a todos los seres vivientes que encuentra a su paso explotador.

El silencio del Ministerio de Medio Ambiente escudado tras los burdos sectores de una economía política manipulada por un alto nivel de corrupción es un mal presagio para el destino ambiental de nuestro país. Rechazar la ley Parque Nacional Loma Miranda crea un mal precedente nacional en el reclamo justo de un pueblo que adquirió una conciencia ecológica colectiva en defensa de su derecho ambiental constitucional y social.

No bastan los argumentos jurídicos ni la presión mediática de los oscuros sectores que dominan la opinión pública para callar el cara a cara, el boca a boca de la gente del pueblo. El impacto de las masas populares es más grande que el poder de los recursos mediáticos que intentan imponer la anulación de la ley que declara a loma Miranda Parque Nacional. Más de 10 millones de dominicanos, dentro y fuera del país, se sumaron y acogieron como un despertar nacionalista el proyecto Loma Miranda Parque Nacional.

No le bastó al Poder Ejecutivo y a los poderes fácticos dominicanos que decenas de instituciones y la Diócesis de La Vega visitaran en múltiples ocasiones el Congreso Nacional para escuchar el reclamo de una lucha larga y noble por el bien común.

¡Loma Miranda vive! La lucha sigue, porque ya es un patrimonio del pueblo dominicano, como dijo nuestro obispo Antonio Camilo: “Amar loma Miranda es amar la vida”. Esta infeliz decisión de observar y anular la ley Parque Nacional Loma Miranda fortalece a los defensores y debilita la credibilidad de la clase política dominicana, que ‘cuando no lo hace en la entrada lo hace en la salida’. El pueblo continuará con paciencia en pie de lucha y castigará a sus detractores, a quienes eligió para cumplir sus sueños.

¡Adelante, pueblo dominicano! Esto es solo un episodio más vivido en el fragor de la batalla de la gente humilde. Continuaremos la lucha por los niños y jóvenes que esperan un mejor país. ¡Loma Miranda no se negocia! No importa la indiferencia del Gobierno ni la insensibilidad de los empresarios. Desoír el reclamo popular, no escuchar el corazón del pueblo es un acto déspota e inhumano. ¡Mientras haya gallo que cante en la mañana para abrir un nuevo día, habrá dominicanos valientes para defender la patria y Loma Miranda!


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