Por:
Yanio C. Concepción
Al fundarse la República
en 1844, nuestro sistema político nació con vocación democrática. Pero, salvo la
Constitución, el pueblo no ha disfrutado de los servicios y derechos de la democracia
representativa. ¿Quién cambió las cosas? Se dice que la Seguridad Social ha acumulado
más de 248 mil quinientos millones de pesos, con 2 millones 800,000 afiliados al cierre del año
2013. Sin embargo, no ha podido resarcir ni suplir las necesidades de la clase
trabajadora.
Donde prevalece un sistema
político democrático, el bien común es ley. El Estado cumple su rol de proveer seguridad
social, empleo, salud, educación y servicios públicos a la gente. En países
como Francia, Alemania, Inglaterra, Suiza y Estados Unidos se respetan las
leyes. Todos los ciudadanos son iguales ante la ley.
¿Por qué cambió el
sistema político de los fundadores de la patria? ¿Por qué la visión de los próceres
que lucharon por un sistema que priorizara la gente no tuvo continuidad? ¿Por
qué Pedro Santana cambió el rumbo del Estado dominicano? Las falsas políticas
neoliberales conforman el nuevo orden del mundo capitalista, que legitima la
centralización del poder económico por parte de los actores políticos para
proteger sus intereses. El sistema neoliberal se rige por las leyes del mercado
a despecho de valores, principios e instituciones colectivas como la
fraternidad, el bienestar común y la asociatividad.
¿Qué ha sido de
nuestro lema “Dios, Patria y Libertad”? Apenas han transcurrido 170 años de vida
independiente y ya no cuentan los méritos profesionales, ni la visión política del
bien común para una mejor sociedad. La esperanza de una vida mejor se ha quedado
en buenas intenciones y discursos preelectorales. La clase política está
permeada por la corrupción, la ambición, el uso y abuso del poder para beneficio
personal.
En este mes de la
patria es oportuno revisar el accionar de los partidos políticos y de sus
representantes. Cuestionar el sistema económico, político, social y de derecho
que queremos y merecemos por ley los ciudadanos de República Dominicana. Es
tiempo de izar bandera y gritar: ¡Que viva la Patria, libre e independiente de todo poder nacional o
extranjero que pretenda manchar la soberanía nacional!
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