La Familia Cambia

Por: Yanio Concepción

En República Dominicana, noviembre es el Mes de la Familia. Es un buen tiempo para evaluar la dimensión de los padres pasivos, activos, responsables como  guías del núcleo social que representa la familia.

Las familias dominicanas han cambiado como ha cambiado la sociedad ante una nueva situación social, económica y política. Es lamentable y paradójico que justo en el Mes de la Familia, todavía se esté debatiendo la Sentencia del Tribunal Constitucional TC 168/2013 que desintegra a las familias de inmigrantes que nacieron en territorio dominicano desde el 1929 hasta acá. En Estados Unidos la mayoría de las reformas y leyes migratorias buscan la unidad familiar, sin embargo, en nuestro país, importa más el status legal que la integración familiar y el respeto a los derechos fundamentales.
El cambio de paradigmas y el modelo de familia han sido influenciados por  la cultura extranjerizante que no comulga con la familia cristiana que hemos vivido por cientos de años en nuestro país. Esta nos demanda una nueva cultura de familia como el núcleo más pequeño de la sociedad dominicana.

La familia cambia a medida que cambia la sociedad y la sociedad cambia en la misma medida que cambia la familia. El deterioro de la familia dominicana con  matrimonios que no alcanzan a permanecer ni siquiera diez años juntos, incrementando la cantidad de madres solteras nos llama a reflexión. ¿Qué está pasando en la sociedad del tener por encima del ser? Estamos viviendo una sociedad sin valores, guiada por figuras públicas y privadas que dominan el escenario de fantasía y vanidad desmedidas.

En el Mes de la Familia, todos tenemos que unir esfuerzo y voluntad para crear la cultura de la paz y el amor en la familia, donde cada padre y madre, como en una democracia, sean presidente y vicepresidente y dirijan el destino más preciado que es el de los hijos con reglas claras, justas y sabias.
La comunicación efectiva y los valores son la clave para fortalecer la familia ante los cambios económicos y sociales que sufre la sociedad dominicana. Pero, ¿quién o quiénes son los ejemplos de valores en la sociedad y en la familia? ¿Un Estado en crisis de valores, acusado de corrupción, baja educación, fabricante de pobreza e injusticia en las aplicaciones de reglas y leyes? ¿Una familia empobrecida por la falta educación, amenazada por las  drogas, la sexualidad precoz y la violencia?


La relación familia-sociedad es biunívoca, se afectan mutuamente. Por lo tanto, la solución a la descomposición familiar actual debe ser dual. Por un lado, la familia, integrada por los dos padres, debe retomar su rol de forjadora y formadora de ciudadanos honestos y responsables y la sociedad, por su parte, debe disponer de un Ministerio de Estado que propicie y preserve la estabilidad y la prosperidad familiar.

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