Por:
Yanio Concepción
En un hecho insólito, de nuevo las
autoridades dominicanas se quieren lavar las manos ante un acontecimiento
nacional. La defensa de Loma
Miranda caló en todo el país y fuera de
aquí, y ahora pasa que el Estado “Dominicano” ha decidido traspasarle al PNUD el
poder de determinar si procede o no la explotación de Loma Miranda. A
petición del gobierno, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) revisará los estudios de impacto ambiental elaborados por la empresa
Falcondo Xstrata Nickel sobre el proyecto de explotación de Loma Miranda.
La Academia de Ciencias repudió
que el “Gobierno se valga de técnicos internacionales para determinar si
procede o no la explotación minera de Loma Miranda, en La Vega”, cuando expertos
dominicanos determinaron la improcedencia e inviabilidad ambiental de esta explotación
afirmando que: Loma Miranda tiene “todos los atributos para ser declarada
como un área protegida y adelantó que los daños serán
extraordinarios, ya que tiene los acuíferos más importantes del
país”. Otorgar al PNUD este
poder es una muestra de la debilidad del estado dominicano, de su poca
credibilidad institucional, legal y constitucional.
A sabiendas de que los técnicos
dominicanos del Ministerio de Medio Ambiente hicieron los estudios pertinentes,
con todo el rigor científico que el caso ameritaba, y que concluyeron que la
explotación de Loma Miranda es improcedente y criminal por el impacto negativo
que causará al ecosistema, el gobierno dominicano decide ignorar estos estudios
y buscar expertos foráneos para evaluar el caso, nueva vez. Esta desafortunada
decisión deja en entredicho la capacidad e integridad profesional de nuestros
técnicos y, peor aún, atenta contra la soberanía nacional al Gobierno pedir que
expertos foráneos decidan sobre nuestras riquezas naturales.
Los técnicos dominicanos, miembros de
la Academia de Ciencia y Recursos Naturales, dicen que: “No entienden porqué
expertos internacionales tienen que venir a evaluar Loma Miranda, es una falta
de consideración a los especialistas de todas las áreas”.
Desestimar el clamor del pueblo
que ha dicho de muchas maneras y por todos los medios posibles que “Loma
Miranda no se toca, ni se negocia” es una provocación social. Enfrentar el
derecho legítimo de una nación a proteger sus recursos naturales contra el
poder internacional deja en evidencia las verdaderas intenciones clientelistas
de este gobierno. Estamos vendidos a transnacionales que usan la argucia de los
organismos internacionales que prestan dinero, a cambio de intervenir en los
asuntos domésticos.
La violación a la Ley 64-00 y a la
Constitución de República Dominicana en su artículo 67 deja al descubierto la
incapacidad y la retorcida decisión de los representantes públicos de servir al
mejor postor. Sin autoridad responsable no hay nación que avance. Loma Miranda
es un Patrimonio Nacional que debe ser defendido por los dominicanos en el
Congreso Nacional y fuera de él, contra toda presión extranjera.
¡Loma Miranda no se negocia! El
pueblo, los científicos dominicanos, los académicos nacionales, los diputados
dijeron ¡No! a la explotación de Loma Miranda. ¡Loma Miranda no se toca ni se
negocia!
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