¿Qué líder seguir? Por: Yanio Concepción

En la vida los líderes guían los destinos en la tierra. Los profetas, guiados por su líder, declararon el camino hacia la tierra prometida. Con un pensamiento libre escogieron la luz para guiar, con sabiduría celestial, a un conglomerado rebelde e incrédulo, hacia el bien común.

¿Qué líder seguir? Es una pregunta compleja en medio de la incertidumbre que viven  los seres humanos divididos por países, regiones y continentes. ¿Qué líder seguir? En medio de tantas ambiciones de poder,  avaricia y egoísmo, encontrar líderes con visión y compromiso donde prevalezca primero la gente con valores y principios, que tracen las pautas de la paz, la confraternidad y el progreso se ha convertido en una utopía de soñadores.

En mi país, República Dominicana, desde el descubrimiento de la Isla dividida en cacicazgos, hemos fracasado en instaurar una sociedad donde reine la paz y la felicidad de la gente. Desde hace más de cinco siglos, los dominicanos no hemos tenido un patrón claro a seguir, creado por un líder visionario que marque el destino del país sin la avaricia y prepotencia que corrompe todo lo que toca.

¿A quién consultan los líderes cuando están en una disyuntiva social, política, económica? ¿Qué grupos de sabios nos pueden orientar mejor para escoger el  camino correcto para guiar hacia el bien a nuestra gente buena?

En la política dominicana la crítica es constante y dirigida a los líderes por la incapacidad de dialogar y definir un  pacto de nación que fue el objetivo y meta  del fundador y padre de la patria Juan Pablo Duarte. Él siempre llamó al diálogo con respeto y quedó frustrado cuando fue desterrado por sus colegionarios y adversarios. Evaluar con pensamiento crítico a los lideres es el papel fundamental del pueblo bueno que busca la felicidad de la gente.

El papa Francisco con su enérgica defensa de la paz y su oposición rotunda a la guerra ha llamado a los líderes y países a poner a prueba el liderazgo de la iglesia y del mundo para combatir con valores y principios los conflictos.

Mientras, líderes insensibles que responden a poderes detrás del trono, están llevando el mundo y sus habitantes a una debacle moral, social y económica.


¿Qué líder seguir? El mundo actual no posee una figura emblemática que pueda erigirse y seguirse como líder. Entonces, sigamos a Jesús, líder incuestionable de toda la humanidad y de todos los tiempos. Abramos este nuevo año con la visión de Jesús como maestro y guía. Su figura nos ofrece a todos un liderazgo inspirador y retador, un modelo de fe, valores y energía capaz de trazarnos el camino del bien perfecto, iluminarnos con su ejemplo, acompañarnos en la travesía y forjar en nosotros el carácter de vencedores.

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