Editorial Radio Santa María
Jueves 22 de mayo, 2014
Hoy se conmemora el Día Mundial de la
Biodiversidad, que busca fomentar la concienciación sobre la importancia de la
amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra. Riqueza que abarca todas las especies de
plantas y animales, incluyendo la especie humana, como también los patrones
naturales que la conforman a través de una evolución de miles de millones de años.
La interacción entre las diferentes especies y con sus entornos fundamenta el
sustento de la vida sobre el planeta.
La biodiversidad es también un capital natural para la humanidad. S[]u
uso y beneficio ha contribuido de muchas maneras al desarrollo de la cultura
humana y las diferentes sociedades. Pero, también representa un reservorio de
potencialidades para resguardar nuestras necesidades futuras. Al igual que el
agua, la diversidad de seres vivos posee una importancia trascendental para la
vida humana, por su vital influencia para el desarrollo socioeconómico,
agroindustrial y la vida cotidiana de las poblaciones. Su influjo se extiende a
la producción de alimentos, como cereales, granos, víveres,
vegetales, frutas y productos lácteos.
Pero también influye en la piscicultura, las medicinas y derivados de la
madera. La diversidad de especies es fundamental para la belleza de los
paisajes, como también para la producción de fibras
textiles, aceites,
lubricantes, perfumes, papel, caucho, látex y resinas.
A pesar de la interdependencia casi absoluta
que guardamos hacia los demás seres vivos, la mayor parte de la humanidad sigue
provocando un franco deterioro a la biodiversidad. Esto se manifiesta con la
depredación de montañas y ríos, con la aplicación sin regulación de pesticidas,
los incendios en los campos agrícolas, la cacería furtiva, la contaminación por
ruido y del ambiente procedente de industrias, vertederos, vehículos y la
expansión urbana incontrolada.
O respetamos las leyes de la madre naturaleza
y la sostenibilidad ambiental, o estaremos condenados a padecer serias crisis
climáticas, escasez de agua y extinción de especies de alto valor para la
medicina y la producción de alimentos.
La solidaridad de los pueblos es más eficaz
que el egoísmo humano, que el capital meramente rentista y la indiferencia de
los gobiernos. Tenemos que aprender a vivir aferrados a un enfoque de respeto
por la vida en todas sus manifestaciones.
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