En este mundo convulsionado
por el poco apoyo a la mujer, en especial en
República Dominicana, donde el perdón constante al hombre que abusa hasta
con la mirada la intimidad femenina, es preciso reasumir el valor de la mujer
en una sociedad desigual.
En el Día Internacional de
la Mujer llenamos páginas de palabras que se van al vacío sin apostar al cambio
de rumbo desde el Estado mismo con propuestas y esperanza de mejor trato para
la mujer en su justa dimensión.
Es penosa la muerte de la
mujer por pasión como si fuera un simple
objeto, como si no tuviera derecho a
escoger su destino. La crueldad y la criminalidad que sufre la mujer han dejado
huérfanos a muchos hijos y llenado de luto y dolor a muchas familias.
El cooperativismo, por
principio, está llamado a salvar la dignidad de la mujer con su apertura y
promoción continua del papel democrático basado en valores reales de
convivencia. Vega Real con la celebración del XII Congreso de Mujeres
Cooperativistas quiere reivindicar e
importantizar el valor de la mujer con el tema “Visión de la mujer y su imagen
integral”. En todos los escenarios de gestión Real la mujer ocupa un pináculo
cimero que es donde debe estar la mujer
dominicana.
La mujer en todas las sociedades
ha demostrado su conciencia social, aunque la castiguen por eso. Su capacidad
innovadora y creadora del bien familiar va más allá de un simple aporte
económico de la pareja.
Cuando hacemos comparación
para situar la paridad de condiciones minimizamos el papel de la mujer en un
simple esquema laboral. Ya no basta con llorar ante la adversidad y la muerte
de mujeres. Es un deber de todos luchar por la conquista de la posición de
derecho que le corresponde. Los hombres no tenemos derecho a seguir manipulando
e imponiendo la razón de la fuerza y el poder para marginar a la mujer en un
Estado Social y Democrático, cuando se tiene el mismo derecho constitucional.
En el Día Internacional de
la Mujer hay que dejar de ser víctimas de la estrechez mental, al enjuiciar la
capacidad de la mujer en los procesos de toma de decisiones estructurales de la
sociedad que aspiramos todos.
Las grandes conquistas que
tenemos en el país, incluyendo la lucha por la libertad con la muerte de las
mariposas, las Hermanas Mirabal, ha sido un precio muy alto y debe servir para
redimir el derecho a la libertad de la mujer.
Hoy el hombre y la mujer se
necesitan más que nunca en todos los niveles de la nueva sociedad de la
información y el conocimiento. Pretender
caminar sin la mujer es como caminar en un solo pie, con un solo ojo y
con medio corazón.
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